En los últimos años, probablemente has escuchado hablar sobre el Método Montessori y sus ventajas durante el periodo de desarrollo de los más pequeños. Te contamos en qué consiste este modelo de educación y cómo puedes tener en tu casa una habitación y cama Montessori.
Método Montessori, ¿en qué consiste?
Cuando se habla del método Montessori, se hace referencia a un modelo educativo que busca la independencia y libertad en el crecimiento de los niños durante su desarrollo físico y social. Una de las claves del Método Montessori es potenciar el desarrollo del niño dentro de un ambiente estructurado, mediante un trabajo libre con materiales didácticos. Pese a que existe una observación por parte de los adultos, se reconoce la importancia de la actividad dirigida por el niño.
En definitiva, el Método Montesori se basa en que los niños deben ser capaces de pensar por sí mismos, sin depender de un adulto, de forma que aprendan las nociones básicas antes de los seis años.
¿Quién es Montessori?
La creadora de este modelo de educación es la Dra. María Montessori, una pedagoga italiana que comenzó sus enseñanzas a finales del siglo XIX y principios del XX en escuelas del suburbio de Roma. Actualmente, este método es seguido por una gran cantidad de padres que incluso buscan que el entorno donde crecen sus hijos, siga estas reglas. De esta forma, la habitación Montessori se convierte en el centro de desarrollo que se completará en el colegio.
Habitación Montessori según la edad
Para contar en nuestra casa con una habitación Montessori, debemos tener en cuenta la edad del niño. En este método, los bebés dormirán en su cuna y no tendremos que poner demasiados muebles Montessori en ella. Servirá con su cuna, el mueble cambiador y su cesta con juguetes. Es importante prestar atención al descanso del recién nacido, contando con el colchón para cuna apropiado para esta etapa de desarrollo. A los seis o siete meses, podemos crear un espacio de juego Montessori o incluir un móvil de techo para facilitar su sueño.
Debemos tener en cuenta la importancia del color de la habitación infantil. Siguiendo el método Montessori, debemos evitar los colores demasiado estridentes y optar por tonalidades cálidas, papeles pintados y murales.
Además, podemos añadir láminas y espejos a la pared, para que los niños puedan mirarse tomando consciencia de sí mismos. Eso sí, tenemos que asegurarnos de que estén a su altura, para que puedan verse sin problemas. También pondremos a su alcance juguetes, elementales a la hora de potenciar el desarrollo de los más pequeños. En estas edades, los niños aprenden y descubren gracias a ello.
Cama Montessori en la habitación
Otro punto importante si queremos seguir este modelo de educación, son las camas Montessori. Lo ideal es colocar la cama infantil lo más baja posible, casi al ras del suelo. Esto no significa que deban dormir sin somier, si no que escogeremos como cama para niños, un modelo de base fija con patas bajas. De esta manera, podremos ir adaptando la habitación Montessori durante todo su periodo de crecimiento, no teniendo que cambiar el colchón. Además, al tener una altura adecuada a su estatura, no se hará daño si se cae de la cama y podrá subir sin problemas en todo momento.
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