El uso continuado de nuestro equipo de descanso y el propio paso del tiempo, hacen que cambiar el colchón sea necesario, ya que de lo contrario afectará negativamente a tu descanso. Pero… ¿cada cuánto tiempo hay que cambiar el colchón?. Hoy te contamos todo lo necesario para que puedas descansar de la mejor manera posible y tu colchón no afecte a tu día a día.

¿Cómo saber cada cuánto hay que cambiar un colchón?

Cuando de primeras nos preguntamos cada cuánto cambiar el colchón, la respuesta es que la recomendación general es cada 8 o 10 años. Esto es debido a que año tras año los colchones van perdiendo todas las características y calidad que poseen al ser nuevos, llegando al punto de que puede ser perjudicial para tu descanso si no se decide cambiar colchóncambiar el colchón

Pero no por ello tenemos que esperar este tiempo a cambiarlo si por lo que sea nos afecta negativamente al descanso al haberse deteriorado antes. Una de las cosas que hay que tener claras es que los colchones conllevan un mantenimiento. Durante su vida útil, hay que rotarlos y girarlos cada cierto tiempo.  Y como hemos mencionado, pasando de 8 o 10 años, cambiar el colchón y el equipo de descanso al completo. Es decir, también el somier si este estuviese en mal estado, ya que podría dañar al nuevo colchón antes de lo previsto.

Problemas causados por no cambiar el colchón a tiempo

Mucha gente se pregunta cuándo cambiar colchón de látex o cada cuánto cambiar colchón viscoélastico. Esto se debe a que sus materiales son de una calidad mucho más alta a la de un colchón convencional y duran más. Sin embargo, al igual que el resto de colchones, deben cambiarse en el mismo periodo de tiempo. Aunque tengan unas características diferentes, tras el paso de los años pierden sus propiedades y esto afectará a nuestro descanso.

cambiar colchón viscoelástico

Cuanto más alarguemos el periodo de cambio del colchón, más posibilidades tendremos de sufrir las consecuencias derivadas del desgaste de este. Estos problemas pueden ser desde dolores de espalda a una sensación continua de no haber descansado bien. También podemos sufrir dolores de cuello y musculares entre otros.